En Sintergética, el concepto de campo es esencial.
El concepto de campo tiene muchas implicaciones y maneras de definirse en términos de la física. Para comprender mejor lo que entendemos por campo, podemos decir que campo es “espacio de influencia”.
En Sintergética trabajamos con los campos electromagnéticos del paciente y del terapeuta. Esto incluye, entre otros, el campo electromagnético del corazón, del sistema nervioso central y de cada uno de los órganos, así como las interacciones asociadas a la nube electrónica y a la emisión fotónica del organismo.
También abordamos el campo relacional, el campo morfogenético y el campo de consciencia, entendidos como expresiones sutiles de la organización y comunicación del sistema humano. Cada uno de estos campos revela un nivel de procesamiento de la información y también, un nivel de interacción y de comunicación con la integralidad del ser humano.
Las intervenciones más efectivas y profundas son aquellas que modulan el biocampo.
El biocampo es un campo de energía e información que rodea, penetra y organiza al ser humano. Se comporta como emisión, como impronta de síntesis electromagnética del organismo y también, como antena inteligente. Es un espacio ordenado. Tiene una estructura: líneas de campo, diferencias de potencial, centros de energía o chakras.
De la misma manera que las limaduras de hierro siguen líneas precisas de campo, ordenantes del espacio en torno de los polos del imán y de la misma manera que las auroras boreales reflejan un ordenamiento espacial de esas nubes de fotones, fruto de la interacción del campo magnético terrestre con las emisiones solares, el biocampo, alrededor del organismo está ordenado.
Ese ordenamiento se refleja en líneas de flujo de información (meridianos de acupuntura, nadis, ejes de la geometría humana, zonas de Fitzgerald), en puntos de alta emisión y alta densidad de información (chakras primarios, secundarios, terciarios, puntos de acupuntura, marma, etc) y, espacialmente, en esas “membranas inteligentes” que separan, en el espacio en torno al cuerpo, zonas correspondientes al procesamiento mental, emocional, físico etérico, correspondiendo a la distancia desde el organismo en la cual se inscriben y procesan, respectivamente, sensaciones físicas, emociones y pensamientos.
El biocampo, los chakras, los nadis, las glándulas, el sistema vascular y el sistema nervioso forman un sistema integrado, que en Sintergética denominamos “sistema energético vital”.
Cada vez que acercamos un elemento terapéutico al paciente (filtros, láser, VíaColor, isovac, Nua), más allá de los estímulos físicos directos sobre la piel, estamos buscando el nivel adecuado de recepción, registro y procesamiento de esa información (nivel de resonancia) y evidenciamos en la clínica que hay un punto privilegiado en el espacio (que la reacción del pulso revela), desde el cual es mucho más eficiente el proceso de modulación de las respuestas biológicas del organismo (enfermedad).
Cada vez que nos acerquemos a un paciente, concibámoslo como un campo inteligente que capta, procesa y emite información. Entendamos que nuestro campo interactúa con el suyo y que nuestra coherencia y alineación, dan profundidad a la intervención terapéutica.
Dr. Juan José Lopera

