¿Cuántas partes tenemos dentro de nosotros? ¿Cómo podemos armonizarlas?
El cuerpo, el alma, la mente, son no locales, están al mismo tiempo en el espacio infinitesimal entre moléculas y células y en el universo.
Bastaría cambiar la posición del observador para encontrar que la materia es energía. Desde una visión integral podríamos ver la energía como una onda portadora de información y de conciencia.
Como aspectos de la conciencia todas las partes son sincrónicas e inseparables.
Armonizarnos es un asunto de conciencia. En la medida en que somos conscientes de nosotros y de nuestro rol en el universo, armonizamos nuestras necesidades psicobiológicas de supervivencia, identidad y realización con esa necesidad esencialmente humana que es la trascendencia.
¿Podemos ser Autogestores de nuestra Salud?
La enfermedad indica con frecuencia nuestro modo de relacionarnos con nosotros y con el mundo.
Es un camino de aprendizaje por el que todos algún día tenemos que pasar. Al final del camino posiblemente todos salgamos fortalecidos, o a lo mejor tengamos que repetir la lección hasta que esa jornada exigente y dolorosa ya no sea necesaria.
En este sentido, la enfermedad puede ser un camino si aprendemos la lección que lleva implícita. De lo contrario seguiremos a la deriva, pues aunque desaparecieran los síntomas, sin el aprendizaje correspondiente seguiríamos confundidos.
En nombre de la ciencia y la objetividad no podemos convertir el sujeto en un objeto.
El mejor paciente es el impaciente. El que no se somete. El que no depende. El que participa con el equipo de salud de su programa para salir de la enfermedad. El que reconoce su participación consciente o inconsciente en la génesis de su enfermedad, y descubre también su potencial para sanarse.
El que promueve responsablemente su salud.
Manos para sanar es una propuesta de la Sintergética que surge de la necesidad de extender sus principios operativos
En Sintergética consideramos que disbalances en los sistemas de información y energía preceden a las alteraciones orgánicas. Una parte importante de los trastornos infoenergéticos tienen su origen en nuestros campos emocionales y mentales.
Manos para sanar es una propuesta de la Sintergética que surge de la necesidad de extender sus principios operativos a profesionales médicos, enfermeras, psicólogos, fisioterapeutas, osteópatas, kinesiólogos, terapeutas de diferentes disciplinas, para generar una cultura de autogestión de la propia salud y muy especialmente la capacitación de personas con actitud para el servicio.
Esto implica una proyección del espíritu de la Sintergética a grupos mucho más amplios, expandiéndose progresiva y rápidamente en muchos países y ciudades. La impresión de quienes han pasado por esta formación es que ahora tienen herramientas para ser más íntegros, más saludables, más felices.
Esto se traduce en que se sienten y son mejores médicos, mejores terapeutas, mejores padres, hijos, hermanos, maestros o amigos. En síntesis, mejores seres humanos.