El Velo del Olvido

No recordamos quienes somos… Somos tan anchos, que el Rio de la Plata parece un hilo fino, que salta un niño con sus botas rojas una mañana de risas y charcos, comparado a nuestro estuario. Tan largos somos, que el Nilo más parece suspiro, que arteria continental de faraones, si se le mide con nuestro cauce…

No hay amores que no estén grabados, en los estratos de nuestra profundidad; amada en la tierra de las gaitas, abuela bajo el cielo de los Incas, sacerdote en un templo del Egeo, monje en Asís…