Experiencias vividas en Amarete y Charazani – Agosto 2017 – Lourdes Garcia de Nero

Iniciamos la jornada como siempre a las 06:00 con una meditación que nos permita invocar a nuestra naturaleza superior para unirla con la inferior, construyendo el antakarana, el puente de luz que conecta sustancias de distintos planos y que se va formando a través no sólo de la meditación, sino de todas nuestras renuncias, sacrificios, desapegos y servicio desinteresado e impersonal.

Preparamos nuestro campo físico-etérico, fortaleciéndolo y anclándolo a través de sus chacras secundarios a los principales.

De forma muy especial trabajamos sobre nuestro campo emocional para poder ofrendarnos como grupo en el ascenso al acamani, la montaña sagrada. Visualizamos las dificultades del camino y el aprendizaje ímplicito en ellas, para convertirnos en ofrenda viva a través de nosotros mismos a los achachillas (en Aymara designación de la divinidad que es dueña de los lugares sagrados)…