Artículos

Los fantasmas de la Navidad

Toda clase de emociones flotan en el aire, como copos de nieve que surgen de la nada y se acumulan perniciosamente en los rincones de nuestra mente: requieren de nuestra atención activa para que no bloqueen los caminos de la felicidad.

Es época de alegría, pero también de nostalgia; de encuentros y familia, pero también puede serlo de soledad para algunas personas; de generosidad o de conciencia de lo que nos falta, que no siempre es material. En suma, es época de contrastes, de frío o de calor, de unión o de separación, de abundancia o de escasez, y puede serlo —sería nuestro mejor regalo— una época preciosa para hacer conciencia de nuestro camino espiritual, nuestros dones sistémicos y las siguientes metas que podemos proponernos para avanzar.

Los fantasmas del pasado
La historia que nos relata Charles Dickens en “Cuento de Navidad” —inspiración para este texto — nos habla de un viaje profundo que hace Mr. Scrooge y que cambia totalmente su manera de pensar y de actuar.

¿Podemos inspirarnos en esta historia y sus personajes para nuestro trabajo interior?
¿Quiénes serían nuestros fantasmas del pasado?

Utilicemos la imaginación para abrir esa puerta de la memoria y observar por unos momentos lo que se esconde sin resolver: emociones atascadas por los rincones, relaciones fallidas, duelos congelados en el tiempo, nostalgias de quienes amamos y ya no están, culpas y arrepentimientos por nuestras acciones o lo que dejamos de hacer, reclamos a nuestros padres o lo que consideramos injusto y esperamos que “alguien” resuelva y uno que otro fantasma que nos asusta y no sabemos de dónde viene. También hay montañas de fantasías y sueños sin cumplir —propios e incluso ajenos —que dejamos allí guardados “por si acaso”, aunque se vuelvan viejos y obsoletos.

Podemos volver a cerrar de un portazo e intentar conjurar un hechizo que nos salve y mantenga a esos fantasmas lejos, o podemos encender el fuego, poner la mesa, preparar algo caliente y sentarnos a conversar para descubrir qué necesitamos aprender y cuál es el mensaje que nos traen, tan crucial no sólo para esta época, sino para todas las “natividades”, como oportunidades de que nazca lo mejor de Dios en nuestro corazón.

La experiencia me hace pensar que es mejor escucharlos, y ellos solitos se van en paz.
Las emociones pendientes estallan como una burbuja cuando las miramos con atención, así como sus efectos en el cuerpo, y recordar con amor a quienes ya no están, alimenta el fuego interior y nos protege de la nostalgia.
La verdadera magia ocurre cuando invitamos a la compasión y al no juicio a este encuentro con el pasado, reconociendo que cada persona o circunstancia estuvo allí para nuestro aprendizaje y que detrás de cada evento difícil se esconde el Amor del alma que busca nuestra propia evolución, aunque no siempre podamos reconocerlo.

Cuando se vayan los fantasmas y se cierre la puerta, se podrán instalar la serenidad, la calma, la mirada amorosa que nos permita continuar el camino y disfrutar del presente sin temor, y de una Paz que nada puede alterar.

Los fantasmas del futuro
(con permiso de Mr. Dickens, me tomo una libertad literaria cambiando el orden…)

Desde tiempos ancestrales los seres humanos tenemos una obsesión por saber “qué pasará”, nos encantan las artes adivinatorias y pagaríamos fortunas por tener la posibilidad de viajar al futuro.

¿Quiénes son nuestros fantasmas del futuro? ¿Qué ideas alimentamos de lo que “debería ser” y aún no se cumple? o peor, de lo negativo que sentimos que nos espera porque no hemos perdonado nuestros propios errores y nos avergonzamos inconscientemente como Mr. Scrooge.

Alimentar las fantasías es como construir una casa de papel esperando que nos proteja de una tormenta. Proyectar en otras personas lo no resuelto de nuestras relaciones del pasado es como esperar que se pongan un disfraz y actúen como queremos, para decir o hacer aquello que nos hizo falta. El futuro está irremediablemente unido al pasado y si queremos una cosecha diferente, tenemos que cuidar qué semillas sembramos y qué hacemos para que prosperen.

El ejercicio de imaginar el futuro nos puede servir para hacer consciente nuestra siembra y tener la oportunidad de transformar, no el pasado, que nunca se puede cambiar, sino nuestra mirada y la forma en que adquirimos conocimientos para poder actuar diferente. (Mi fantasma del futuro me dijo que la clave está en el presente, pero no me quiero adelantar…)

Existirán circunstancias que nunca se podrán cambiar como en la historia del pequeño Tim, pero siempre habrá algo que se beneficie de nuestra transformación interior, especialmente en nuestras relaciones cercanas. Pulir nuestra personalidad y reconocer al “Scrooge” que todos llevamos dentro, a esa parte de nuestra sombra que se siente excluida, no amada y que encarna lo que queremos esconder, puede ser una parte importante de la tarea que se nos pide como humanidad por esta época, como quién organiza su casa para una fiesta, la decora y dedica tiempo a preparar deliciosos platos para los invitados: el protagonista es nuestra alma.

La casa interior es también el hogar de nuestras relaciones, donde permitimos o no que entre alguien que pueda tocar nuestro corazón, donde nos reconciliamos, perdonamos y evolucionamos al aprender, donde tomamos conciencia y por supuesto, donde atesoramos los dones sistémicos como esos regalos que damos y recibimos construyendo el tejido de la familia y de la humanidad.

El verdadero regalo, el presente

Sin fantasmas que atormenten ni fantasías de lo que debería ser, el mejor regalo es lo que sucede aquí y ahora, las personas que tenemos cerca, las circunstancias que vivimos.

La sabia naturaleza nos enseña la importancia de respetar los ciclos y aprender de cada uno, refugiándonos en el interior durante el invierno, aprovechando las semillas en primavera, disfrutando del calor del verano y aprendiendo a gestionar los recursos en el otoño. El camino al interior es similar.

🎄 Si la soledad es parte del presente, tal vez el espíritu de la Navidad te invita a volver al interior, conversar con tus fantasmas y revisar dónde se quedaron cosas escondidas, limpiar la casa y celebrar el nacimiento de lo que está por venir, que sin duda tiene que ver con tu Ser interior. Mira a la soledad como oportunidad y el calor se mantendrá encendido sin importar la fuerza de la tormenta afuera.

🎄Si te falta alguien a quien has amado intensamente, tráelo a esa casa interior, honra su legado, recuerda lo bello, imagina que sonríe y que su espíritu permanece contigo el tiempo necesario antes de dejarlo partir, atesorando el Amor y dejando que crezca para que puedas repartirlo a otros.

🎄Si te das cuenta que hay emociones atascadas, abre la puerta, ponles un nombre y déjalas salir; la consciencia hace que lo que parecía muy grande y asustador se convierta en algo pequeño que tiende a desaparecer cuando dirigimos la luz de la atención hacia ello. Ponte las gafas de la compasión, el perdón y el amor incondicional para afrontarlas y recuerda que eres tú quien maneja la cerradura: lo que entra y sale de la mente es nuestra responsabilidad.

🎄No esperes que los fantasmas te resuelvan el pasado ni el futuro, pero déjate inspirar por ellos, escucha sus historias de aprendizajes y fracasos, sé consciente de lo que has sembrado porque así será la cosecha y descubre qué te muestra el presente: ahí está la clave de lo que puedes transformar.

La historia de un pequeño niño enfermo, un hombre herido que se convirtió en avaro y los fantasmas que le ayudaron a sanar, fue el regalo que llegó un 19 de diciembre a la sociedad londinense para promover la compasión, la generosidad y el espíritu navideño, transformando para siempre no sólo a la ciudad y al país sino al mundo entero.

Gracias Mr. Dickens, a sus fantasmas y a los nuestros, que nos permiten mirar más allá de lo visible.

Recordando el nacimiento de ese hombre que vino a hablarnos del AMOR, mis mejores deseos para que en esta Navidad el fuego interior crezca y se iluminen nuevos y prósperos caminos para todas las personas de nuestra familia.

¡Feliz Navidad!

Marcela Salazar

Coordinadora Construir Un Mundo Mejor

¡Comparte a tus amigos!

Agenda AIS

Eventos y formaciones

Consulta todas nuestras actividades. ¡Forma parte!

¿Te resulto interesante?

Se parte de la comunidad

Ir al contenido