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Es año nuevo…
Las vibraciones son ahora aspiraciones y el tiempo lozano, como aliado, anuncia un horizonte apocado en planes y enriquecido en actos.
Es la invitación a darle poder y certidumbre a las creencias para arrollar las excusas y abrir camino a los sueños que se visten de convicciones.
La mirada se eleva y atrás quedan las discusiones internas porque los dones y talentos son ahora verdades reveladas.
A la serenidad interior la acompaña ya el optimismo, traducido en libertad imperturbable y fuerza latente.
La sonrisa y el humor, en señal de gratitud, despejan el camino a la pasión que te insinúa que… ¡vale la pena intentarlo!
La claridad te permite comprender que lo demasiado coarta la espontaneidad y por eso ahora simplemente fluyes con humildad, sin tensión y en ausencia de apegos.
Ahora te contemplas como una sola célula en un cuerpo llamado humanidad donde la crítica y el juicio ya no tienen espacio porque el Aprendiz ha tomado su lugar.
El mágico entramado del silencio permite que resuene la voz interior y se evidencie el Verbo que es amante de la pausa.
Que este nuevo comienzo llene tu vida de luz y de confianza para acunar, de forma perenne, la semilla del amor de Dios.
Alejandro Posada Beuth
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